ZAPATERO NO LOGRO FIDELIZAR SU VOTO EN EL DEBATE
El primer debate electoral de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy fue seguido en las televisiones convencionales por más de 13 millones de espectadores. Si tenemos en cuenta a los oyentes de las radios que lo emitieron y las audiencias de los medios electrónicos, se puede afirmar sin temor a equivocarse que más de 15 millones de españoles estuvieron pendientes del debate. Así pues, la primera y más importante conclusión, es que los ciudadanos -en contra del tópico- están sumamente interesados en la política, siempre que ésta se plantee como confrontación de ideas. No había más que fijarse en la pasión con la que el debate fue comentado ayer por cientos de miles de ciudadanos. Los sondeos de los medios electrónicos y emisoras de radio batieron récords de participación. Desde el punto de vista de la salud democrática de un país, es muy positivo que los ciudadanos se impliquen en la vida política y ello debería llevar a los partidos a regular por ley la celebración de debates electorales para no tener que volver a esperar otros 15 años a que se produzcan.
El acontecimiento -lógicamente- ha tenido un gran impacto en los cuarteles generales donde diseñan sus estrategias los equipos de campaña del PSOE y el PP. La euforia fue la nota dominante en el entorno de Mariano Rajoy, por considerar que el candidato popular se había impuesto con claridad. Mientras que los socialistas -aunque no dejaron de subrayar que Zapatero era el ganador- se mostraron más comedidos en su reacción. Voluntariosamente, la vicepresidenta De la Vega señaló en una charla con los internautas en elmundo.es que el presidente había ganado 8 a 3 al líder del PP.
En las encuestas realizadas por los medios de comunicación se impuso Zapatero. También en la de EL MUNDO-Sigma Dos que hoy publicamos, el candidato socialista gana por una diferencia de casi cinco puntos -el 45,1% cree que ha ganado Zapatero frente al 40,2% que da la victoria a Rajoy-, aunque es necesario advertir, como siempre, que el dato puede explicarse en función de que los votantes de IU y los partidos nacionalistas se inclinan por el líder socialista. El sondeo recoge un dato que puede explicar tanto la euforia del PP como la contención del PSOE. Mariano Rajoy superó las expectativas de más encuestados que Zapatero. Sólo el 30,7% asegura que el candidato socialista estuvo mejor de lo que esperaban, mientras que en el caso de Rajoy ese porcentaje sube hasta el 48,2%.
Pero hay otro dato aún más significativo y relevante de cara a lo que verdaderamente importa a ambos contendientes, que no es otra cosa que los votos. El 7,7% de los que votaron a Zapatero en las elecciones de 2004 asegura que han cambiado su intención de voto tras este primer debate, frente al 1,5 % de los votantes del PP que responde lo mismo. Ello quiere decir que la fidelidad de voto del PP sigue siendo mucho mayor que la del PSOE y que la actuación de Zapatero en su enfrentamiento con Rajoy no ha servido para movilizar a su electorado. Habrá que aguardar al segundo debate en el que todo el mundo espera las propuestas de futuro que brillaron por su ausencia en el primero.
El acontecimiento -lógicamente- ha tenido un gran impacto en los cuarteles generales donde diseñan sus estrategias los equipos de campaña del PSOE y el PP. La euforia fue la nota dominante en el entorno de Mariano Rajoy, por considerar que el candidato popular se había impuesto con claridad. Mientras que los socialistas -aunque no dejaron de subrayar que Zapatero era el ganador- se mostraron más comedidos en su reacción. Voluntariosamente, la vicepresidenta De la Vega señaló en una charla con los internautas en elmundo.es que el presidente había ganado 8 a 3 al líder del PP.
En las encuestas realizadas por los medios de comunicación se impuso Zapatero. También en la de EL MUNDO-Sigma Dos que hoy publicamos, el candidato socialista gana por una diferencia de casi cinco puntos -el 45,1% cree que ha ganado Zapatero frente al 40,2% que da la victoria a Rajoy-, aunque es necesario advertir, como siempre, que el dato puede explicarse en función de que los votantes de IU y los partidos nacionalistas se inclinan por el líder socialista. El sondeo recoge un dato que puede explicar tanto la euforia del PP como la contención del PSOE. Mariano Rajoy superó las expectativas de más encuestados que Zapatero. Sólo el 30,7% asegura que el candidato socialista estuvo mejor de lo que esperaban, mientras que en el caso de Rajoy ese porcentaje sube hasta el 48,2%.
Pero hay otro dato aún más significativo y relevante de cara a lo que verdaderamente importa a ambos contendientes, que no es otra cosa que los votos. El 7,7% de los que votaron a Zapatero en las elecciones de 2004 asegura que han cambiado su intención de voto tras este primer debate, frente al 1,5 % de los votantes del PP que responde lo mismo. Ello quiere decir que la fidelidad de voto del PP sigue siendo mucho mayor que la del PSOE y que la actuación de Zapatero en su enfrentamiento con Rajoy no ha servido para movilizar a su electorado. Habrá que aguardar al segundo debate en el que todo el mundo espera las propuestas de futuro que brillaron por su ausencia en el primero.
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