LA PAPELETA DEL PP, EL ÚNICO VOTO ÚTIL EN
epsimo
AUNQUE LA COINCIDENCIA con las muy cruciales elecciones del País Vasco ha situado la expectación sobre sus comicios en un segundo plano, lo cierto es que Galicia se juega mucho el próximo domingo.Hace cuatro años, el PP de Manuel Fraga perdió la mayoría absoluta con la que había gobernado ininterrumpidamente desde el año 89.En las elecciones de 2005 se produjo una extraordinaria movilización de la izquierda y se batió el récord de participación en unas autonómicas, con un 68,1%. La pérdida de la mayoría absoluta del PP -únicamente por un escaño- abrió paso a un Gobierno de coalición del PSOE con el BNG, inédito en la Xunta. A juzgar por las encuestas, no parece que la gestión del bipartito gallego haya entusiasmado a los ciudadanos. La mayoría quiere un cambio en San Caetano y la incógnita es si el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo -muy diferente a Fraga en todo- será capaz de recuperar para este partido los 38 escaños de la mayoría absoluta, ya que cualquier otro resultado le impediría gobernar. Las expectativas de socialistas y nacionalistas, que comenzaron la campaña con la seguridad de una victoria, se han ido desinflando mientras el PP veía aumentar su intención de voto. Estamos, por tanto, ante unas elecciones abiertas cuyo resultado va a depender de la participación. El PSOE teme tanto verse perjudicado por una alta abstención, que Zapatero ha cambiado su agenda para cerrar hoy campaña junto al candidato a la reelección.
Emilio Pérez Touriño ha presidido un gobierno dividido. El BNG, liderado por el vicepresidente Anxo Quintana, ha condicionado a los socialistas obligándoles a asumir políticas incompatibles con el proyecto de la España constitucional. Por mucho que se hayan moderado, los independentistas han propiciado la imposición del gallego en la escuela y han incurrido en prácticas lindantes con el viejo caciquismo, cuando no en casos de corrupción. Ejemplos de ello han saltado en esta campaña, con el mitin que Quintana ofreció a un grupo de jubilados que creían ir de excursión a Portugal y con las fotos del candidato del BNG en el yate de un empresario beneficiado por la concesión de un parque eólico por parte de la Consejería de Industria. Además, apenas se ha avanzado en la construcción de infraestructuras -fundamentales para el desarrollo de Galicia- y la comunidad registra un paro por encima de la media nacional.
Así pues, creemos que el cambio de Gobierno es muy conveniente en Galicia y para ello el único camino pasa por votar al PP.Es cierto que Alberto Núñez Feijóo no ha hecho la mejor campaña posible y que tendría que implicarse más en la defensa de principios básicos como el de la enseñanza en español, pero representa la única posibilidad de voto útil para los electores de centro-derecha.El partido de Rosa Díez no es una opción en esta comunidad, puesto que tiene muy difícil conseguir algún escaño y esos votos testimoniales, a la postre, podrían ser fundamentales para la victoria del PP.Es evidente que este partido no llega al 1-M en su mejor momento, pero sería un grave error que sus potenciales electores se abstuvieran, por ejemplo, para castigar a Mariano Rajoy. El domingo no se juega en las urnas el liderazgo del PP nacional -tiempo y elecciones habrán para ello- sino el futuro de una comunidad que se merece un Gobierno autonómico eficaz e implicado en el proyecto de la España constitucional.
Emilio Pérez Touriño ha presidido un gobierno dividido. El BNG, liderado por el vicepresidente Anxo Quintana, ha condicionado a los socialistas obligándoles a asumir políticas incompatibles con el proyecto de la España constitucional. Por mucho que se hayan moderado, los independentistas han propiciado la imposición del gallego en la escuela y han incurrido en prácticas lindantes con el viejo caciquismo, cuando no en casos de corrupción. Ejemplos de ello han saltado en esta campaña, con el mitin que Quintana ofreció a un grupo de jubilados que creían ir de excursión a Portugal y con las fotos del candidato del BNG en el yate de un empresario beneficiado por la concesión de un parque eólico por parte de la Consejería de Industria. Además, apenas se ha avanzado en la construcción de infraestructuras -fundamentales para el desarrollo de Galicia- y la comunidad registra un paro por encima de la media nacional.
Así pues, creemos que el cambio de Gobierno es muy conveniente en Galicia y para ello el único camino pasa por votar al PP.Es cierto que Alberto Núñez Feijóo no ha hecho la mejor campaña posible y que tendría que implicarse más en la defensa de principios básicos como el de la enseñanza en español, pero representa la única posibilidad de voto útil para los electores de centro-derecha.El partido de Rosa Díez no es una opción en esta comunidad, puesto que tiene muy difícil conseguir algún escaño y esos votos testimoniales, a la postre, podrían ser fundamentales para la victoria del PP.Es evidente que este partido no llega al 1-M en su mejor momento, pero sería un grave error que sus potenciales electores se abstuvieran, por ejemplo, para castigar a Mariano Rajoy. El domingo no se juega en las urnas el liderazgo del PP nacional -tiempo y elecciones habrán para ello- sino el futuro de una comunidad que se merece un Gobierno autonómico eficaz e implicado en el proyecto de la España constitucional.
EL MUNDO
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--------LA CRÓNICA DE HOY--------
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