Un funcionario de prisiones ha resultado herido leve después de ser agredido por un interno de la prisión provincial Jaén II con un pincho artesanal de madera, según informa CSI-F. El sindicato indica que «tan sólo la pericia y al profesionalidad del trabajador evitó males mayores». Según CSI-F, los funcionarios ya habían advertido a la dirección del centro sobre la peligrosidad de este interno, recientemente progresado de grado a pesar de tener múltiples faltas disciplinarias sin cancelar. «Jamás debió de ser trasladado a este centro», sentencia el sindicato.
CSI-F denuncia que la prisión se encuentra en un récord absoluto de ocupación, con prácticamente 800 internos. La situación, denuncia el sindicato, se agrava «con la decisión de la Guardia Civil de llevar a los detenidos a la prisión en vez de dejarlos en sus propios calabozos.
Entre los representantes de los trabajadores hay una sensación de «tomadura de pelo, ya que cuando abrieron el centro penitenciario de Morón trasladaron allí aproximadamente a 100 internos, los de mejor comportamiento, pero en poco tiempo no sólo se han recuperado esos 100 sino que los hemos doblado, con la diferencia de que los que traen ahora suelen ser internos de primer grado progresados bajo dudosas condiciones con el único fin de trasladarlos de un centro a otro».
Demagogia
Se critica también la «demagógica visita de Mercedes Gallizo», tras la cual «la realidad se impone de nuevo: módulos abarrotados con internos 'camuflados' en segundo grado, un módulo de aislamiento utilizado como módulo de primer grado y ocupado mayoritariamente por internos FIES (los más peligrosos) de banda armada, lo que hace inviable la utilización efectiva del módulo y pone en peligro la seguridad de los funcionarios que prestan allí servicio.
El sindicato considera a la dirección del centro de Jaén «responsable de la situación actual por permitir que desde Madrid se piense que aquí todo vale» y no se cuide la seguridad.
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