EL GALLINERO PENITENCIARIO II: ESPAÑA, UN PARAÍSO PARA LOS INDESEABLES

El recluso alemán que falleció en Tahíche ya había tratado de suicidarse en varias ocasiones

El recluso alemán que falleció este martes en el Centro Penitenciario de Tahíche ya había tratado de suicidarse en varias ocasiones, según fuentes cercanas al caso. En una ocasión, incluso tuvo que ser trasladado a hospital tras haber ingerido una gran cantidad de pastillas. Según Instituciones Penitenciarias, el reo se ahorcó, al igual que el preso de origen gallego que fue hallado muerto en su celda el pasado lunes día 15.

En el último de los casos, el fallecido fue hallado en una celda de aislamiento el martes por la tarde. El hombre, que responde a las iniciales E.K.E., tenía 51 años. Los funcionarios de prisiones le encontraron en una celda de aislamiento, donde se había ahorcado tras permanecer varias horas en ella. Según fuentes cercanas al caso, este reo ya se había intentado suicidar en varias ocasiones.

El interno era un ciudadano alemán que estaba en el centro penitenciario en régimen de prisión preventiva desde hace casi dos años. Estaba imputado por los delitos de tentativa de homicidio y extorsión. El preso se tenía que enfrentar a un juicio para responder por estos dos delitos que se iba a celebrar durante el mes de abril, aunque finalmente había sido aplazado. La Fiscalía pedía 17 años de prisión para este hombre.

Este reo había sido contratado presuntamente por un empresario lanzaroteño para quitar la vida a dos profesionales autónomos, uno de Lanzarote y otro de Tenerife. Supuestamente, había amenazado de muerte a estas dos personas e, incluso, habría cortado los latiguillos de los frenos del vehículo de uno de ellos. El fallecido tenía previsto presuntamente volar por los aires también el vehículo del profesional de Tenerife y estaba dispuesto a terminar con la vida de estas dos personas por la cantidad de 20.000 euros.

Ingesta de pastillas

Según fuentes cercanas al caso, este preso había tenido varias tentativas de suicidio. Por ello, había estado varias veces dentro del protocolo de prevención de suicidios, que lo establecen los médicos de prisión. En este sentido, incluso en una ocasión, casi llegó a conseguirlo y tuvo que ser trasladado al Hospital José Molina Orosa, después de ingerir “un montón de pastillas”. El recluso estaba en tratamiento y, probablemente, se guardó los medicamentos para tomárselos de una sola vez.

Además, mantuvo una huelga de hambre durante más de 20 días en otras ocasiones, aunque últimamente “se le veía mejor”. Según estas fuentes, él insistía en su inocencia y, como medida de protesta contra la Justicia, había dejado de comer durante ese periodo de tiempo.

En el momento de los hechos, este alemán se encontraba en una celda de aislamiento, después de haber protagonizado una pelea con otro interno en la enfermería de la prisión de Tahíche. Según estas mismas fuentes, el fallecido era un hombre “callado, no se relacionaba mucho, estaba un poco aislado”.

Sin valoración

La Delegación del Gobierno en Canarias no ha querido pronunciarse sobre este suceso. Desde su gabinete de prensa, tan sólo se ha informado de que no se iba a hacer ninguna declaración, así como de que estos dos hechos no tienen ninguna “correlación”. Según han señalado, la familia del fallecido de origen alemán ya ha sido informada de su muerte y está en contacto con esta delegación.

La Voz de Lanzarote____________